sábado, 30 de diciembre de 2017

Recuerdos de Caracas (parte 2)


                                                                                                  
Caracas, Siglo XVII



Nuestra Señora de Caracas, 1766. Autor desconocido
Fuente: http://www.fpolar.org.ve  {{PD-US}} 

No fueron tiempos auspiciosos los últimos años del siglo de la conquista. Fue una época de grandes sobresaltos, de plagas, de pobreza. La invasión de los piratas le había salido muy cara a la naciente ciudad. A falta de un buen rescate, Amyas Preston, destruyó a Caracas, quemando lo poco que encontró, pero que era casi todo lo que los colonos poseían. Sin embargo, al menos el honor de la ciudad quedó preservado, y eso les ayudaría a levantarse de nuevo.


jueves, 14 de diciembre de 2017

Roman Britain and the Rebellion of Boudica (part 1).



Queen Boudica, by John Ospie

On the present is not easy to imagine the British Isles with a mainly Latino cultural heritage. But it could have happened like this. There was a time when most of those lands known as Britain, were part of the Roman Empire... When Rome began to extend to the north, by the hand of Julius Caesar, they conquered and anexed Gaul (France), in 58 BC. The celts from the northern islands had good trade relations with the gallics, so they tried to help them. But it caused frictions with the romans, starting the military pressure over Britain.



domingo, 30 de julio de 2017

Recuerdos de Caracas (parte 1).


Imagen de Nuestra Señora de Caracas. Anónimo, año 1766
Fuente: www.fpolar.org.ve    {{PD-US}}

"Todo tiempo pasado siempre fue mejor", es una expresión que se repite tan a menudo, que en verdad muchas personas terminan por creer que es cierta. La realidad es que cada época ha traído consigo sus cosas buenas. Con todos sus defectos y problemas, los tiempos actuales, con sus impresionantes avances tecnológicos, mejoras en la calidad de vida y servicios disponibles para una gran parte de los seres humanos, deben ser considerados sin duda como un período estelar. Sin embargo, en ciertas ocasiones se pueden presentar ciclos de caída y decadencia; ninguna sociedad, ninguna nación ha escapado a estos vaivenes. Es algo que ya ha ocurrido muchas veces, y seguirá ocurriendo.


miércoles, 31 de mayo de 2017

Jeanne, la Pucelle d’Orlėans

Juana de Arco. ca. 1450-1500. Óleo. Archivos Nacionales, Francia.{{PD-US}}  

Siempre ha existido una marcada tendencia a idealizar la vida de ciertos personajes, lo que lleva a convertirles en verdaderas leyendas históricas. Por ese motivo, a la hora de analizar sus hechos y vivencias, se torna difícil el poder discernir entre lo que es real, y lo fantástico. Si a ello se le añade la presencia de un fuerte componente mágico-religioso, además de la lejanía en el tiempo, cualquier investigación sobre sus vidas cae en el permanente riesgo de llegar a falsas conjeturas, y hasta en posibles pérdidas de la objetividad. Sin duda alguna, ese es uno de los grandes retos que pueden encontrarse al analizar los acontecimientos del pasado.



Llegar a encontrar suficiente documentación sobre algún proceso histórico antiguo, es un verdadero tesoro. Aun así, su antiguedad puede convertirse en un factor limitante para la cabal interpretación de tales testimonios. Tal es el caso de la apasionante, y a la vez enigmática vida de La Doncella de Francia, mejor conocida como Juana de Arco.

Casa natal de Juana de Arco. Foto por Arnaud 25, año 2016. Lic. Creative Commons Attribution-Share Alike 4.0 International

La vida de ella ha sido relatada abundantemente: vino al mundo en la aldea de Domrémy, situada en la región de La Lorena, al noreste de Francia, hacia el año de 1412, aunque hasta ahora no se ha encontrado algún registro de su nacimiento. Provenía de una familia de modestos recursos. Nunca recibió alguna instrucción que no fuese sobre el trabajo en las faenas hogareñas, del campo y seguramente, sobre religión. Según sus propios testimonios, siendo todavía una niña, comenzó a escuchar unas voces misteriosas, que le urgían a cumplir una misión: nada menos que la de salvar a su país, de caer bajo el dominio de los ingleses... aquellos eran los tiempos de una contienda que recibiría por nombre la Guerra de los Cien Años. Pero, ¿cómo podría una joven campesina aspirar a salir triunfante en una tarea en la cual ya habían fracasado muchos hombres con suficiente experiencia militar?

Juana de Arco escuchando las voces (San Miguel Arcángel). Óleo por Eugéne Romain Thirion, 1876. Ville de Chatou, Église, Notre Dame

Fue tanta la insistencia de aquellas voces celestes, que a fin de cuentas llegaron a sembrar en Juana la convicción de que habría de ser ella quien llevara hasta la victoria a los ejércitos franceses. Para ello, debería presentarse ante el futuro rey, haciéndole comprender que había sido enviada por Dios, no solo para liberar a Francia, sino para coronarle como el monarca de un país unido.

La Doncella en la Coronación de Carlos VII. Óleo por Ingres, 1854. Museo de Louvre, Paris, Francia. Fuente: cartelfr.louvre.fr   {{PD-US}} 

Esa joven, de unos dieciséis años, vestida como un hombre, finalmente pudo convencer al Delfín de Francia. Colocada al frente de las desmoralizadas fuerzas francesas, lograría inspirar en ellos la cohesión y la confianza que entonces les faltaban, guiándoles así hasta una anhelada e improbable victoria. Con su sola presencia, y aquel aura de misterio que la envolvía, la Doncella produjo un verdadero milagro. Aquellos hechos casi únicos en la historia humana, quedaron registrados por escrito; de otro modo, al día de hoy serían tenidos por increíbles, nos atreveríamos a afirmar. Ella condujo, o participó activamente, en las acciones militares que acabaron por darle un vuelco a la calamitosa situación que atravesaba el país galo.

Juana de Arco en el Sitio de Orléans. Por Jules Eugéne Lenepveu. ca. 1890. Panthéon de Paris.

Vendría una serie de triunfos, que alcanzaron su punto culminante en la rápida derrota de las fuerzas inglesas que sitiaban la ciudad de Orléans, desde hacía varios meses. A continuación marcharía hacia el norte, para recuperar a Reims, en cuya catedral debía ser coronado el Delfín Carlos, como el legítimo rey de aquel país. Desde entonces, Francia comenzó a vislumbrar su unidad y a buscar su propia identidad. La misión encomendada, y que la joven doncella había visualizado previamente, se había cumplido al pie de la letra.


Nuestra Señora de Reims, Francia. Foto por KoS, 2005

Sin embargo, muy pronto la situación comenzó a dar un giro para ella: el ingrato pago que recibió por sus servicios, marcó el resto de su corta vida. Así, en medio de una confusa acción militar, y muy posiblemente víctima de una traición, terminó siendo capturada por fuerzas de los borgoñones (franceses), para entonces aliados de Inglaterra. Esto ocurrió en Compiègne, al norte de París. De ese modo cayó en manos del enemigo, absolutamente ávido de tomarse una revancha por la humillante derrota que habían sufrido. Juana de Arco fue abandonada por quienes todo le debían, y se conformaron tan solo con presenciar, de un modo impasible, como la heroína era humillada y condenada a muerte, sin mover un dedo a su favor.

Juana de Arco interrogada por el Cardenal de Winchester. Óleo por Paul Delaroche, 1824. Museo de Bellas Artes de Rouen, Francia. Foto por Fehler.

Tras un prolongado y tortuoso juicio, presidido por el tristemente célebre obispo Cauchon, fue condenada por herejía, y un sinnúmero de cosas más. Juana de Arco acabó sus días en la hoguera, mientras besaba un crucifijo, en la Plaza del Viejo Mercado de Rouen, el 30 de mayo del año de 1431. Posteriormente sus cenizas fueron arrojadas al río Sena. De un modo tardío, y no del todo exento de cinismo, algunos años más tarde, el mismo Carlos VII ordenaría un proceso de revisión del caso. Se hizo evidente que la causa por la cual fue condenada la Doncella, había sido tan solo una acumulación de inícuos abusos, legales y eclesiásticos. Entonces fue proclamada su inocencia, siendo así rehabilitada públicamente su memoria. Pero allí no se detuvo el enaltecimiento de aquella gran mujer: en el año de 1920, fue canonizada por el Papa, en virtud de su trayectoria ejemplar, y del martirio que sufrió en nombre de sus creencias.

Muerte de la Doncella. Óleo por Jules Eugéne Lenepveu, ca. 1890. Panthéon de Paris.

Sin embargo esa joven, casi una niña, quien es considerada con toda justicia como una gloria y un símbolo de la nación francesa, además de ser una santa según las creencias católicas... también resulta ser pura y simplemente, un gran enigma histórico. Se ha especulado tanto sobre su vida, que casi no hay hechos de ella que no estén nublados por la duda. Ni siquiera los documentos legales del juicio al que fue sometida, pueden considerarse como cien por ciento confiables. Lo único seguro que hay sobre Juana de Arco son dos cosas, en nuestro criterio: una es que realmente existió, y la otra es que intervino en batallas cruciales para que Francia torciera el rumbo desfavorable de los acontecimientos, durante la Guerra de los Cien Años.

Juana de Arco reconoce al Delfín. Tapíz expuesto en el Chateau de Chinon, propiedad del Centro Juana de Arco, Orléans. Foto por LonganimE, 2005.

Ahora, detengámonos por un momento a pensar, ¿cómo pudo ocurrir que una simple joven campesina accediera ante un rey, ofreciendo salir victoriosa en una empresa casi perdida, y para la cual solo debería contar con un ejército cuya moral andaba por el piso? Tal era el panorama que debería afrontar Juana de Arco, solamente porque algunas entidades celestiales se lo habían solicitado con insistencia. Pero, ¿cómo hizo para convencer al incipiente rey? ¿Con cuales argumentos? Es sabido que ella debió someterse a variadas pruebas. Se cuenta una anécdota en la cual el Delfín se mezcló entre una muchedumbre, usando ropajes que en nada le diferenciaban de cualquiera de sus súbditos. Aun sin haberlo visto antes, sin mostrar vacilación, Juana de Arco fue directamente hacia él, para hablarle de la misión que le había sido encomendada. ¿Ayuda celestial? Según ella, así fue... Lo cierto es que de ese encuentro, y de lo conversado, surgió la aprobación para que la misteriosa joven interviniera en la ya larga guerra.

Como ya dijimos, la mayor parte de los hechos de su existencia jamás han podido ser aclarados plenamente: ni siquiera su verdadero nombre, ni su fecha de nacimiento. Ella prefería referirse a sí misma como la Doncella (la Pucelle), y nunca dió a entender que conociese su edad. Además, se ha especulado mucho sobre si era una simple campesina, o si por el contrario provenía de la realeza, o tal vez tenía alguna preparación en las rutinas militares. El absurdo criterio de uno de los prelados que la juzgaron, sin embargo, parece arrojar luz sobre esta situación: él consideraba que por su origen humilde, era imposible que Juana de Arco pudiese haber sido elegida por Dios para ser su instrumento...

Estatua de la Doncella, en la Capilla de los Ángeles Guardianes Catedral de Bayona, Francia. Foto: Georges Jansoone, 2006.

El aspecto más polémico al revisar la vida de esta heroína, es sin duda el de "las voces" que ella escuchaba, o decía escuchar. Esto es algo que ha recibido múltiples explicaciones. Mientras algunos mantienen la total certeza de que se trató de eventos sobrenaturales, verdaderos milagros, otros han planteado la hipótesis de que la joven tal vez sufría de alucinaciones. Según la opinión de algunos investigadores modernos, esas apariciones debieron ser tan solo el producto de su propia mente: se trataba de casos de histeria, éxtasis místicos, epilepsia... Es decir que según esto, al tema de las voces celestiales se le puede asignar una explicación situada dentro de lo posible, en el campo de la ciencia médica. Durante el juicio, ella nunca fue muy dada a dar suficientes explicaciones al respecto, pero siempre dejó en claro que no tenía otra respuesta más que atribuirlas a ángeles y santos. Solo en una oportunidad llegó a retractarse, cuando padecía de una gran debilidad física y anímica, ocasionada por tantos maltratos que había sufrido; sin embargo, muy pronto regresó a su testimonio inicial, algo que tal vez precipitó el veredicto condenatorio, que seguramente ya pendía sobre ella desde el comienzo.

De entre muchas teorías, existe otra que sostiene que tal vez ese fue el único modo que se le ocurrió a la joven para ser tomada en cuenta en una actividad eminentemente masculina, como era la guerra... es decir, se considera que ella tan solo fingió lo de las voces y la inspiración divina. El uso de ropaje varonil y hasta una posible ausencia de femeneidad, no parecen demasiado llamativas dentro de este contexto: no le quedaba más remedio que hacerlo, si debía tratar con soldados rudos e indisciplinados. Más aun, no pocos opinan que el aspecto físico de la Doncella debió distar notoriamente de esa imagen delicada que nos ha transmitido su iconografía. Según ellos, en realidad debió tratarse de una joven robusta y fuerte. A fin de cuentas, nunca se sabrá la verdad de esto, de ella no quedó ningún retrato, ni descripción alguna.

Captura de Juana de Arco, por Jules Eugéne Lenepveu. ca. 1890. Pintura al fresco, Panthéon, Paris. Francia.

En cuanto a sus habilidades guerreras y a su actuación durante las batallas, tampoco ha sido posible llegar a un acuerdo. Algunos sostienen que ella tan solo era la encargada de portar los estandartes, mientras arengaba a los combatientes, y que nunca la sangre tiñó su espada... que ni siquiera tomaba parte en las discusiones estratégicas; todo esto resulta cónsono con su imagen de heroína delicada, que llegaría a ser canonizada algunos siglos después. Pero también hay quien opina que Juana de Arco era una buena estratega y su opinión tenía peso en la toma de decisiones. Además, ella se encontraba entre quienes solían marchar al frente, combatiendo y animando a su ejército, lo que le permitió ganar el respeto y la admiración de sus hombres. Sea como sea, lo que sí resulta obvio, es que su intervención provocó un giro de la guerra a favor de Francia, ese es un hecho histórico irrefutable.


Lugar en el que murió Juana de Arco, en Rouen, Francia.  Foto: Jean-Noël Lafargue, 2006 

Ni siquiera el tema de su muerte y la ubicación de sus restos, ha sido aceptado plenamente. Hasta el día de hoy, hay quien sostiene que ella no pereció en aquella hoguera en Rouen, en el año de 1431. Como ha ocurrido con tantos personajes célebres, se fueron tejiendo historias, que afirmaban que continuó con vida. En esta oportunidad, hasta llegaron a aparecer varias personas que afirmaron ser la Doncella, algunos años después de su muerte. Y en uno de esos casos, por increíble que pueda parecer ¡sus propios hermanos confirmaron su identidad! A pesar de ello, todo parece indicar que se trató de imposturas, con el fin de obtener prebendas o beneficios económicos, mediante la imagen de la heroína.

Siempre se tuvo como cierto que sus cenizas y restos fueron a parar al río Sena, ya que sus ejecutores intentaron impedir que se creara un culto alrededor de la Doncella. Pero la idea de que alguien pudo preservar parte de esos restos, ha perdurado a través del tiempo, y hasta se ha llegado a decir que su corazón nunca se quemó. Sin embargo, hasta el día de hoy, esto ha sido rebatido con argumentos científicos.

Juana de Arco, por Étienne Leroux. ca. 1880. Compiégne, Francia. Foto: Vassil, 2007.

Ella se desvaneció en el aire, como si hubiesen quemado una flor, discreta y sutil. Su obra y su espíritu sí lograron permanecer, agigantándose con el paso de las épocas. Una gran nación, que en gran modo fue su herencia, lleva en el corazón el nombre de la Pucelle, inscrito con letras refulgentes. Allí es donde respira y florece el recuerdo de Juana de Arco...

jueves, 25 de mayo de 2017

Venezuela, hoy (parte III).


Está muy claro el rumbo por el que la crisis venezolana marcha en este momento. Al ver que hay un pueblo decidido, en pie de lucha, que en realidad es sólo una desesperada resistencia, y que la dosis diaria de terror aplicada por parte del régimen (muertes, lesionados, torturados psíquica y físicamente, allanamientos abusivos, ataque a residencias, clínicas, escuelas, centros comerciales, y un interminable etcétera) no está dando los resultados esperados, y más bien pareciera que están apagando un incendio con gasolina, decidieron volver al esquema de dar visos de legalidad a su gobierno tiránico, lo cual siempre les ha resultado muy fructífero, ¿por qué no hacerlo de nuevo?

Tan solo que esta vez se les pasó la mano, con el adefesio jurídico que están levantando. De tal modo, un sector claramente minoritario se está abrogando el derecho de convocar al diseño de una nueva constitución... no podemos menos que recordar la conocida fórmula: cada tirano intenta fabricar una constitución a su gusto. Como vemos, no les funcionó el terror, no les funcionó la perversa convocatoria a un "diálogo" estimulado pontificialmente; ahora intentan otra jugada que ponga la pelota en el campo contrario. Además, así compran tiempo, lo que más necesitan actualmente.

La confusa y a menudo sospechosa oposición política venezolana ahora se debate entre dejarse llevar por el clamor popular (hay que finalizar con el régimen tiránico antes de que éste acabe con todos), o la tentación de seguir pactando su precaria existencia, al continuar como tristes comparsas, con la premisa de "cuidar los espacios que tenemos". Lavarse las manos, y dejar que la gente decida, o adherirse a cualquier propuesta electoralista en estos momentos, es un verdadero baño de agua fría para el titánico esfuerzo popular, activado sólo por la desesperación y el instinto de conservación. De lo que sí podemos estar seguros es que si la minoría gobernante logra sus propósitos, la decepción producida en el pueblo tardará años en recuperarse y sólo se logrará acelerar el éxodo de los venezolanos "desplazados".

Sin que ninguno de los venezolanos lo hubiese deseado, se llegó a una situación definitoria, o somos o no somos... las medias tintas en estos momentos cruciales de la historia, no llevan a ningún lugar de provecho. Como en la conocida metáfora: a una ranita le fueron calentando muy gradualmente el agua, y de un modo hasta placentero, se fue adaptando; luego que el calor le comenzó a incomodar, trató saltar del agua, pero llegó el momento en el que si no se salía del agua, perecería sin remedio. A esta situación llegó el pueblo venezolano, que fue adaptándose gradualmente a la tiranía hegemónica, luego forcejeó sin total convicción, pero que ahora lucha por su vida, por tener algún futuro, así de simple.

Si no hay claridad en las metas, ni en los procedimientos, jamás se logrará un resultado positivo. Una dictadura totalitaria, de las más burdas y nefastas que se hayan conocido, nunca se irá por las buenas. Más aun si la mayor parte de sus funcionarios han incurrido en tantos delitos, que lo único que los separa de la cárcel, es continuar en el gobierno... no hay que continuar con la candidez beatífica de pensar que serán desalojados del poder mediante actos electorales. Más claro que la aplastante derrota que recibieron en las pasadas elecciones parlamentarias, y cuyo único fruto real fue aumentar la desgracia de los venezolanos, es imposible. Así de claro: quien convoque a cualquier acto electoral bajo estas condiciones es sospechoso de alta traición a la patria, para decirlo lo más suave posible.

Ya mencionamos que nuestro país además ha sido, y es el campo de pruebas, hasta de batalla, de diversos intereses internacionales, nuestro suelo patrio ha sido mucho más que hollado durante todo este tiempo. A menudo se ha escuchado decir que si tal o cual país nos va a invadir, que si nos ayudan será para quedarse con nuestras riquezas... Señores: estamos invadidos desde hace años por otros, se están quedando con mucho de lo nuestro, y no hemos podido hacer nada al respecto. Vean el saqueo de los parques nacionales de nuestra Guayana, y respondan a sí mismos si este país necesita ayuda internacional o no. Ese falso orgullo, que está cercano a un lavado de cerebro, de que esto lo resolveremos solos, a estas alturas no es más que una tontería. ¿Nos ayudarán? Nadie lo sabe a ciencia cierta, pero por allí pasa nuestra única posibilidad de salir de esto; así de grande y pesado es el poder al cual nos enfrentamos.

Estemos claros, enfrentamos a un régimen que acepta y utiliza toda la ayuda externa posible: asesorías, armamento y personal humano. No seamos tan cándidos al creer que esto se derrotará con manifestaciones pacíficas de voluntad. No somos violentos: enfrentar a una dictadura tiránica es un derecho y un honor. Sangre, sudor y lágrimas es lo único que puede ofrecernos un candidato a liderar esta situación. De lo contrario, seguirá la vida por el triste sendero que nos están marcando, desde hace más de dieciocho años, y el cual ha convertido en una verdadera pocilga, lo que debería ser un paraíso de prosperidad.

miércoles, 26 de abril de 2017

Venezuela, hoy (parte II).


Tal como era previsible hace pocos días, la situación venezolana se ha hecho más grave aun. La arremetida contra la gente ha sido brutal: de nuevo la sangre del pueblo ha sido derramada por manos criminales, obviamente dirigidas desde lo alto del poder. Las órdenes de reprimir a cualquier costo la protesta popular, son clara y públicamente impartidas. Lo más nos sorprende es que luego aparezcan esas mismas personas haciendo llamados por la paz, mientras achacan la violencia, que ellos mismos desatan, a un pueblo que más pacífico no ha podido ser, y que sólo parece reaccionar en defensa propia, ante las continuas agresiones que sufre.

No se vislumbra ninguna solución, mientras se habla de algunas negociaciones, de quien sabe qué, o entre quienes... estas conversaciones se realizan absolutamente de espaldas al clamor de un país, que ya no aguanta más, que está a punto de estallar, ante la parsimonia, la ceguera, o la conveniencia de la dirigencia política. Casi podríamos asegurar, que lo más grave no es el daño que nos han hecho hasta ahora, con su "sospechosa" conducción, sino que no cesan en su empeño. Aquí nos estamos refiriendo a la cúpula que toma las decisiones en la MUD, quienes actualmente se encuentran, cual verdaderos alquimistas políticos, dedicados a la tarea de transmutar la desesperada protesta vital de los ciudadanos, en una solicitud de elecciones, las cuales aun ganándolas, terminan convertidas en catastróficas burlas, como ya está demostrado hasta el hartazgo: Alcaldes y diputados presos. Gobernadores que más bien parecen ser unos jarrones chinos. La Asamblea Nacional produciendo leyes, de las cuales el gobierno se burla con total tranquilidad. ¿Qué más hará falta para que entiendan el daño que han hecho, y siguen haciendo?

Venezuela se encuentra en un atolladero, o más bien cayendo en un pozo sin fondo. El pueblo solo, jamás podrá salir de esto, ya ha quedado bien claro que el gobierno cuenta con los suficientes refuerzos armados (militares y paramilitares), para cubrir el país entero. Mientras los jóvenes, quienes luchan por su futuro, tan solo pueden observar con rabia y frustración, el que cada vez se derrame más sangre. No les ha quedado más remedio que ejercer algo así como una desesperada resistencia. Pero este tipo de régimen no va a detenerse ante nada. En el todo el mundo ya se ha contemplado lo que puede resultar de un gobierno totalitario cuando no quiere abandonar el poder, hoy en día está ocurriendo en Siria, por ejemplo. ¿Como podrá el pueblo sirio resolver ese problema por sí solo, sin ayuda externa?

Ante tal impotencia, muchos terminan huyendo, no se le puede pedir más a la gente. ¿Quien puede criticar a los ciudadanos que huyen como desplazados de las zonas en conflicto? Venezuela entera es un territorio en estado de guerra; como ya dijimos antes, se está padeciendo de muchos males, se ha generado una real Crisis Humanitaria, no es exagerado decirlo. No huir de Venezuela, para contemplar como una partida de delincuentes los mantiene en calidad de secuestrados, mientras todos son como pasajeros de un tren que marcha sin frenos hacia un precipicio, y al mismo tiempo que las fuerzas opositoras intentan mantener "sus espacios", como ellos mismos lo denominan, haciéndose la vista gorda ante el sufrimiento generalizado, es más que un acto de valor, es casi una temeridad.
Venezuela necesita ayuda, mucha solidaridad internacional, sin eso ni siquiera soñemos con un desenlace felíz. Ayuda política, ayuda económica, ayuda militar. Todos los países alguna vez la han necesitado, pero nos han inculcado durante mucho tiempo que eso lo tenemos que resolver nosotros solos. Ha sido como un lavado de cerebro... ¿Quien puede creer que en el presente un pueblo solo, básicamente desarmado, va a quitarse de encima a unos opresores armados hasta los dientes, con mucho dinero para comprar mercenarios forajidos procedentes de varios países aliados? Hasta Simón Bolívar, hoy tan desprestigiado por el uso indebido que le dieron a su nombre, nunca vaciló en buscar ayuda externa, cada vez que lo consideró necesario. Ni es motivo de verguenza, ni nadie tiene que quitarnos nada por ayudarnos. El mundo no funciona así desde hace mucho tiempo, pensar de ese modo es una verdadera tontería.

La crisis venezolana es profunda, sistémica. Ya se incurrió en un terrible error al no diagnosticarla correctamente, y además de no aplicar los correctivos, cuando aun era posible, a nivel interno. Se jugó una partida con las cartas marcadas de unos tramposos: pero eso de jugar a la democracia con quienes tan solo la utilizaban para destruirla, constituyó una verdadera sandez.

Nuestro país actualmente es el escenario, casi el campo de batalla, de varias naciones, algunas de las cuales ya nos han estado invadiendo durante los últimos años: hay que comprender que eso es algo que es casi imposible de resolver mediante unas elecciones. Si entendemos esto, al menos no continuaríamos haciendo lo mismo, año tras año, mientras esperamos resultados distintos a los que nos ofrece la amarga realidad. Necesitamos utilizar la inteligencia y la imaginación, sin duda alguna, dejando atrás los embelesantes cantos de sirena, ¡pero hay que hacerlo ya!

No pretendemos pecar de exagerados, pero consideramos que de lo que termine ocurriendo en Venezuela, depende en muy alta medida, la estabilidad y hasta la paz de la región. La pérdida de este país, para la democracia y la libertad, podría traer consecuencias nefastas, a juicio nuestro. Si al descuido y a las traiciones que debieron ocurrir para que unos terroristas lograsen instaurarse como gobierno, le sigue la negligencia internacional ante esta urgente situación, en nuestro criterio no estará lejano el día en el que este daño se extienda, y cree un verdadero caos internacional...

martes, 18 de abril de 2017

Venezuela, hoy (parte I).


Hace ya tres años que detuvimos nuestros viajes a través del pasado, para escribir sobre la situación venezolana. Entonces contemplábamos con tristeza y con rabia, como se sacrificaba a una valiosa parte de nuestros jóvenes, quienes sufrieron daños para toda la vida, llegando a quedar como verdaderos veteranos lisiados de una guerra: física y mentalmente. Y eso fué para los que lograron salir con vida, no pocos fueron asesinados con saña, y quien sabe cuantos puedan haber sido literalmente borrados del mapa. Fueron unos años perdidos, para nuestro país. Hoy estamos mucho peor en cualquier renglón que nos detengamos a revisar, excepto, con toda seguridad, en las cuentas bancarias de la pandilla que secuestró a Venezuela, y de los desvergonzados que han sabido convivir y medrar con ese tipo de gente. Hoy podemos contemplar como, después de lograr una holgada posición económica, muchos de ellos se van a vivir cómodamente a cualquier país de su predilección, mientras que tantos venezolanos hemos sido obligados a vivir una vida llena de carencias, hasta que en un acto de verdadera desesperación, terminamos emigrando sin casi ningún apoyo económico, pero en la búsqueda de un mejor futuro. Muchos hemos tenido que huir de ese purgatorio en el cual han convertido al país, que antes fue tan atractivo y acogedor. Perdiendo, o dejando atrás casi todo lo que habíamos logrado construir a lo largo de nuestras vidas.

Y no es cualquier cosa el monto de lo robado y despilfarrado. Al contemplar el progreso y atractivo turístico que han conseguido otras naciones petroleras, situadas en medio de la nada, en estériles desiertos, durante estos últimos 18 años, podemos más que intuir, podemos visualizar nítidamente, de qué se privó a Venezuela, con los ingresos que obtuvo durante la mayor bonanza económica de su historia. Resulta escalofriante imaginar el monto que debe andar oculto en cuentas secretas, en tantos paraísos fiscales por todo el mundo. Pero, las inversiones y el nivel de vida de muchos, sí está a la vista en muchos de estos pillos y sus familiares: viajes y restaurantes de primera categoría; propiedades en lugares exclusivos; fiestas y bodas suntuosas. En fin, una vida de tipo jet set, como verdaderas celebridades, en personas que a comienzos de este gobierno "socialista", como se dice coloquialmente, "no tenían ni en donde caerse muertas"...
¿Como calificar a un gobierno que dice ser socialista, en el cual se han enriquecido obscenamente, como ya hemos comentado, y se complacen cínicamente ante la ruina en la cual vive un porcentaje cada vez mayor, de la población venezolana? La carencia de lo esencial, los alimentos y las medicinas, han provocado una verdadera Crisis Humanitaria que ellos niegan, con gran desparpajo. En Venezuela se está pasando hambre, cada vez más gente hurga en la basura, en busca de cualquier resto comestible. Ancianos y niños mueren diariamente por hambre, y por falta de la atención mínima que requerían. Los enfermos, no solo de enfermedades terminales, sino también los que requieren de tratamientos prolongados, tienen en su mayoría, las horas contadas. Para terminar de hacer que esta situación sea odiosa, cada vez que se ha ofrecido Ayuda Humanitaria desde el exterior, el gobierno se encarga de rechazarla, con toda tranquilidad, aduciendo que no hace falta. ¿Que tipo de gente puede actuar así? ¿Que resentimiento insaciable llevan por dentro? ¿Por que odian a personas quienes nunca les hicieron daño?

Al mismo tiempo, el éxodo de personas bien capacitadas ha sido alarmante. Profesionales y técnicos de cualquier área del conocimiento están saliendo multitudinariamente, a veces para terminar ejecutando cualquier tipo de labor que les permita subsistir, mientras abrigan la esperanza de que, tarde o temprano, llegue la oportunidad de mostrar su talento, en la actividad para la cual se capacitaron, tras años de estudio y de trabajo. No podemos llamarnos a engaño, nuestro país está desmantelándose muy deprisa. Solo si ocurriese algo inusitado, y fuese desalojado el pequeño grupo delincuencial que gobierna a su antojo, podría comenzar a pensarse en el inicio de mejores tiempos, mientras eso no ocurra, continuará el desmoronamiento general.

Pero, ¿Como desalojar a quien tiene por lo menos el noventa y nueve porciento del control de las armas en el país? ¿Tan solo poniendo el pecho generosamente para que, en un acto de heroico sacrificio, algún día pase algo distinto y decidan dejarnos en paz? ¿Por que se perdió lamentablemente el esfuerzo y la vida de tantos jóvenes, en el año 2014, y la historia se repite en el 2017? ¿Será obvio que hemos sido engañados o tal vez hasta traicionados?

Lo que hace tres años, era una muy fundada sospecha, en la actualidad se ha convertido en una verdad que nos abofetea día a día: la ruta que nos indujeron a escoger, para resolver esta situación, fue un rotundo fracaso. La oposición partidista (MUD), se encargó y se abrogó la tarea, no solo de pensar por todos, sino más grave aun, de decidir por todos. No hay más que recordar, por estar aún reciente, el pasado año 2016... ellos se empeñaron en buscar la ruta de un Referéndum Revocatorio, el cual a todas luces se veía que no iba a ser aceptado, que se iba a convertir en una burla más, para las esperanzas de una abrumadora mayoría de la población. Ante cualquier reclamo, o sugerencia que se les hizo desde el comienzo del año, de buscar otras maneras de actuar, respondían como verdaderos iluminados, que ese referéndum era la mejor, y hasta la única opción disponible. Así se perdió un año, sin tomar en cuenta el sufrimiento de tantas personas, cuyo día a día resulta ser algo parecido a una tortura.

Ese general de mil derrotas, que gobierna casi de un modo decorativo el Estado Miranda en Venezuela, se dedicó a encauzar los esfuerzos generados por el descontento nacional, hacia la solicitud del mencionado referéndum. En una verdadera burla al pueblo, la MUD anunció acciones que solo sirvieron como un baño de agua fría para un pueblo desesperado, como aquella "Toma de Venezuela" a cuya convocatoria asistieron tantas personas, algunas de las cuales habían atravesado el país caminando, para encontrarse con unos políticos subidos a una tarima, quienes rápidamente se encargaron de despachar aquella ansiosa multitud, diciendo: "gracias por venir, pueden volver a sus casas, ya les avisaremos de una próxima actividad". O aquel diálogo en el cual se empeñaron, ante la desaprobación general, supuestamente para no desairar al Papa Francisco... y cuyos resultados tan solo sirvieron para oxigenar al régimen, como han llegado a reconocer, de un modo que aparenta ingenuidad, cuando ya el daño estuvo hecho.

Todos desearíamos que tales estrategias hubiesen obtenido un gran éxito, pero ha sido todo lo contrario. En lugar de ello, lo que percibimos son sus actitudes altamente sospechosas, que se han traducido en resultados negativos, muy fácilmente predecibles por cierto, durante al menos los últimos diez años. En cuanto a la toma de decisiones, en la MUD pareciera que se está aplicando aquello de: "Si no los puedes vencer, únete a ellos"... mientras tanto, el pueblo, y el país, que esperen. Los resultados son tercos y eso indican: el camino marcado por ellos, nos ha conducido hasta donde estamos. Ganar las votaciones para la Asamblea Nacional, por amplia mayoría, no sirvió más que para que el régimen terminara de aplastar a los venezolanos. Lo que es peor aun, continuan con su estrategia para este año, como si no hubiesen aprendido nada en todo este tiempo. Algo incomprensible, a menos que pensemos mal de ellos.

Resultaría lamentable, hasta vergonzoso, el tener que llegar a la conclusión de que nos hayan estado traicionando, desde la misma oposición. Sinceramente desearíamos estar equivocados, y ojalá lo estemos. Por otra parte, la unidad de la oposición ha sido como una franquicia, manejada por muy pocos, y siempre sus decisiones han terminado por favorecer a un gobierno, que a menudo les resulta difícil de llamar como lo que realmente es: una dictadura totalitaria. De ese modo, la unidad se ha convertido en un chantaje: aquel que piense diferente, de inmediato es acusado de querer destruir esa unidad, e invariablemente es condenado al ostracismo.
Continuaremos en el presente venezolano, evaluando la caótica situación de un país, que terminó convertido en el experimento de unas cuantas mentes trastornadas. El cual nunca parece tocar fondo, en su dramática caída. Dos generaciones de venezolanos hemos tenido que contemplar el desmoronamiento de nuestros proyectos de vida, con el agravante de tener una total incertidumbre acerca del desenlace que deberemos afrontar.
Firma del Acta de la Independencia, por Tovar y Tovar.

miércoles, 12 de abril de 2017

Tres Personajes de la Conquista de América

Nuestra forma de ser, nuestra idiosincracia, y nuestra identidad: ¿hasta que punto pueden ser el producto de nuestra herencia genética, en su componente europeo? Hablamos acerca de lo colectivo, de lo que grupalmente somos. ¿No habrá resultado dañino el negar esa parte de nosotros, sobre todo en algunos países, durante los últimos años?

Tomemos por ejemplo a Venezuela. Desde hace dieciocho años, nuestros gobernantes se han dedicado a inducir el pensamiento de que somos mayormente de raíz africana, intentando borrar de un plumazo, nuestro origen mestizo, nuestra alma mezclada. De ese modo, negando nuestro origen... creando un caos mental en una población que por momentos pareciera que no sabe quien es, ni tampoco hacia donde se dirige. Las consecuencias de la pérdida de nuestra identidad, de negar una parte de nuestro ser, no pueden ser más evidentes.

Nuestros orígenes fueron traumáticos, eso no puede ser negado. Hubo luchas y crueldad, a veces excesivas. El llamado "Encuentro" no resultó ser felíz, culminó en la casi total desaparición de los habitantes originarios de este continente. Pero, no situarse correctamente en el contexto histórico de unos determinados acontecimientos, puede resultar tan erróneo, como el desconocer la realidad de lo sucedido. Sí, hubo crueldad, hubo saqueos, hubo abusos y casi fueron exterminados nuestros indígenas. Pero ¿Qué época es esa de la que estamos hablando? ¿Quienes fueron los hombres que trajeron a América el símbolo de la cruz, pero también sus terribles espadas? ¿Será correcto analizar esos hechos, solamente bajo la lupa del pensamiento actual? ¿El uso indebido de esa polémica, no habrá resultado mas dañino aun?

Si se estudian aquellos dramáticos acontecimientos, sin tratar de entender como pensaba la gente de entonces, ello termina por convertirse en una verdadera limitación, y lo único que nos encontraremos es con una secuencia de episodios más o menos indignantes, algo que dificultaría la adecuada comprensión de ese período histórico. Por otra parte, a pesar de la trágica importancia de lo sucedido, tampoco debe convertirse en una razón para permanecer anclados allí, alimentando resentimientos absolutamente extemporáneos.

Al revisar la vida y lo realizado por algunos conquistadores españoles del Siglo XVI, y escribir sobre ellos, nos pareció apropiado el reunirlos en una misma publicación. De ese modo, podemos contrastar sus personalidades y estilos, al mismo tiempo que lleguemos a notar algunas posibles similitudes. Tres nombres como los de Francisco Pizarro, Álvar Núñez Cabeza de Vaca y Diego de Losada, quienes han sido a la vez héroes y villanos; objeto de admiración, pero a la vez de odio o descalificación, nos podrán dejar pensando sobre si tal vez ese espíritu contradictorio, no será parte de nosotros también...

Con mucho gusto les presentamos nuestro libro Tres Personajes de la Conquista de América, esperando que pueda resultar de vuestro agrado, responda algunas interrogantes, y plantee nuevas inquietudes. Que de algún modo, se constituya en una ventana hacia ese pasado, casi haciéndonos sentir como unos viajeros en el tiempo...

Haz click aquí para acceder a una mayor información acerca de ésta, nuestra querida primera obra.

martes, 21 de febrero de 2017

El Verdadero George Custer.




Poster del espectáculo de Buffalo Bill, 1899. Courier Litho. Co. Buffalo, N.Y. Biblioteca del Congreso, USA.

Entre las tendencias más acentuadas en las sociedades modernas se halla la de engrandecer algunos acontecimientos; se trata de algo así como una necesidad de crear objetos de veneración, lo que a menudo lleva a la mitificación de hechos, o de personas. Por tal motivo, no debería resultar extraño el que en la antigüedad fuese una práctica común la exaltación de tantos personajes y sucesos. En épocas más recientes, y aun en la actualidad, esas costumbres se han mantenido, una clara muestra de ello se encuentra a la vista, es algo que ocurre a diario, en muchas disciplinas deportivas. Además, resulta notoria la inducción ejercida por ciertos sectores interesados: políticos y publicitarios, en la formación de tales mitos, a menudo con fines no muy loables, como son el control del pensamiento colectivo, especialmente.